De vuelta a la carretera

Tras la pausa larga del verano, vuelvo a apretarle un poco al equipo de vuelo... en parte también porque este año se me ha "ido la mano" con la cría y en estos momentos tengo en casa unos setenta pichones que habrá que "cribar". Inicialmente la idea era volarlos con la Federación de Madrid, pero ningún club de nuestra región se ha animado a participar en esta competición, incluso cuando en algunos casos la asamblea general social de uno de ellos había decidido por  mayoría abrumadora que el club participaría en estas sueltas, pero ya saben... el que manda... manda... y los socios a pagar y a callar. Es lo que se conoce por "democracia militar"... en la que los generales dejan votar a los soldados, pero luego hacen lo que les sale de las pelotas.

La idea es empezar dando una suelta corta de sólo 14 kms. (de entrada daría un poco más, pero tengo el problema de que si me alejo más del palomar sobrevolando la línea de vuelo para llegar, por ejemplo, a unos 30 kms. el punto de suelta me caería casi en la Puerta del Sol... y no es plan... je,je,je,je) y acabar a finales de octubre, porque aquí en noviembre el invierno ya se deja notar y el frío no creo que sea bueno para sacar a los pichones a la carretera, soltando a los "supervivientes" desde  Miajadas (265 Kms.). Pienso que son distancias razonables teniendo en cuenta el tipo de línea de vuelo que tenemos en Madrid, que tampoco es especialmente exigente.

Los pichones que van a la carretera no son de la primera tanda, porque a esos la muda los pilla en estos momentos en las últimas remeras. Son más bien pichones "pequeñines", de los últimos que saqué, que a día de hoy deben haber tirado sólo cuatro o cinco plumas, como mucho. Ya les contaré cómo va la cosa... primer entreno el próximo martes. 

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