Dos semanas seguidas

Llevamos en Madrid o al menos en mi club dos semanas de competición tremendamente placentera. Dos sueltas de medio fondo que se han saldado con unos resultados más que buenos. La suelta de Lobón, que ya les comentaba más abajo, se cerró con un 84% de recepción, más las que luego habrán llegado tras abrirse los relojes, y la de hoy, desde Talavera La Real, probablemente habrá seguido el mismo camino, con casi todas las palomas de vuelta en sus palomares. En mi palomar los resultados han ido dentro de la tónica del club... faltándome solamente una paloma en cada suelta, pero lo que me mata es que en ambos casos la paloma que ha faltado era de las mejores del palomar. Palomas adultas, con experiencia más que sobrada, en un estado de forma "impecable", volando en casa como fieras y, para rematar, en una muy buena posición de nido. Ya sé que todas las palomas se terminan por perder y que hasta las mejores palomas, si no van al 100%, se pueden quedar en cualquier suelta, pero se te cae el alma a los pies cuando ves cómo regresan pichones tardíos, sin una pluma mudada, o aquella hembra azul que estuvo perdida un par de meses y tiene la pluma tan quemada por el sol que parece un estropajo y luego te faltan dos hembras como las que yo he perdido en estas dos últimas sueltas. En estos casos, como en todos los aspectos de la vida, tenemos dos opciones... ser pesimistas o ser optimistas.. El pesimista pensará que con lo buenas que son estas hembras si no han llegado ya es porque algo malo les habrá pasado y no vale la pena esperar más por ellas. El optimista, por el contrario, pensará que siempre es mejor tener por fuera a las buenas que a las malas palomas, pues siendo tan buenas como sabemos que son seguro que sabrán buscarse la vida, como lo han hecho otras muchas veces, para volver a casa una vez más. De momento... prefiero ser optimista, a ver si regresan mis dos "niñas" ;)

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