El precio de las cosas...

Recuerdo que, cuando estaba en la Facultad, me daba clase de Introducción a la Teoría Económica un tipo muy peculiar, de los que gustan de echar un vistazo a los libros y dos (o tres) a la vida... que siempre enseña muchas cosas útiles. En su primer día de clase y sin previo aviso, nos lanzó la siguiente pregunta: ¿Saben ustedes cómo se fijan los precios de las cosas?. Nosotros, chavales ingenuos e idealistas, respondimos casi a coro: "En función de su coste, se le añade un margen de beneficio y ya tenemos el precio de venta para casa cosa". Ni contarles la risa de nuestro profesor ante tamaño alarde de inocencia. A continuación, empezó a contarnos lo que suele pasar en el mundo real. Nos habló de cómo los precios se fijan en función de lo que el comprador está dispuesto a pagar por el bien o dependiendo de lo que pida la competencia por un producto similar... entre otros muchos factores. A estas alturas, supongo que aun se estarán preguntando qué tiene que ver esto con las palomas, pues todo... porque esta forma de actuar la veo continuamente cuando la gente compra y vende palomas. Si intentamos llevar algo de lo que cuenta la Teoría Económica al "mercado" de las palomas podemos decir que este es un mercado donde:

• Hay muy pocos vendedores en relación al número de posibles compradores (es un oligopolio, dirían los economistas). Este es un primer factor que hará subir los precios, porque el vendedor siempre jugará la baza de decir: "... si no lo compras tú... ya lo tengo comprometido con otro". Por otra parte, este tipo de mercados son propensos a las asociaciones "secretas" de vendedores (en economía se les llama "carteles") para establecer precios elevados, pues a ninguno le interesa iniciar una bajada de precios ya que, aunque a corto plazo le supondría un aumento de sus ventas, a la larga esto supondría pérdidas para todos los vendedores. Siempre será mejor para ellos establecer lo que se consideran "precios normales" para palomas del tipo X y no salirse nunca de ahí.
• Además de existir una oferta reducida, se presenta una demanda muy desagregada, es decir, que la compra es individual. No consultamos con nadie al comprar y si puede ser que nadie se entere de que compro... pues mucho mejor. Esto vuelve a dar poder al vendedor, que volverá a jugar la baza de "..tengo otro comprador, casualmente de tu Isla, pero no puedo decirte como se llama...".
• La desinformación del comprador es muy grande. Este es para mi el factor clave. El vendedor explota al máximo este punto. Se permite lanzar publicidad (de forma directa o empleando "colaboradores") mediante la cual crea falsos mitos colombófilos y establece precios descabellados, que en muchos casos, en el colmo del cinismo, se presentan al cliente como "gangas". Sobre esta forma de actuar hay mil ejemplos, pero sólo citaré el último que acabo de leer y que me ha llevado a escribir este texto. En una web de colombofilia, un neófito le pregunta a un "pseudo-experto": ¿Has vistos las fotos y los pedigrees de la subasta X (en este caso en concreto se subastan palomas de un colombófilo puesto "de moda" con anterioridad por el propio promotor de la venta. Hoy es éste y mañana será cualquier otro)?. El "pseudo-experto" responde: "Pues que al que le pueda interesar que puje...Todos queremos tener CALIDAD y ACREDITADA, por personas MUY, MUY SERIAS. Pues, mira amigo yo intento no perder estas oportunidades, y mucho más con la GARANTÍA de un magnífico PEDIGRÍ. Y ahora te digo que el 80% me parecen palomas excelentes, lo que pasa es que no tenemos sitio para pujar por media docena, a este precio me quedaría con todas. Vete a Holanda a ver si consigues solamente el pedigrí por este precio...". Se han respetado las mayúsculas incluidas por el "pseudo-experto" en el texto. Sobra decir que gran parte de lo que dice este señor es falso o cuando menos de muy dudosa credibilidad, especialmente en lo que se refiere al precio que se está pidiendo por las palomas en cuestión y a lo que costarían en Holanda las mismas. También es reseñable o, al menos, curioso que esta misma persona puje habitualmente en todas las subastas de este mismo promotor... pero nunca se quede con ninguna paloma. Esta forma de proceder resume todo lo que les había enunciado anteriormente: comprador desinformado (no tiene nada que ver con ser novato en colombofilia, porque en muchos casos también los veteranos "pican el anzuelo" y pagan 400 por lo que no vale más de 40) + mercado caliente en base a publicidad "dudosa" = Precios disparatados. 

¿Cómo podemos combatir estas situaciones?. INFORMACIÓN. Esa es la clave. Hoy en día tenemos herramientas como Internet y "fabulosos" traductores on-line que nos permiten leer documentación, a pesar de que estén en otros idiomas. Podemos acceder a resultados, para saber si esos palomares que nos publicitan vuelan tan bien como nos dice el vendedor. Es sencillo ver qué precios se pagan por las palomas de esos palomares en origen o incluso contactar directamente con el palomar del que vienen las palomas y saber cuánto pide por un pichón. Como en cualquier otra transacción económica, sobra decir que eliminar intermediarios reduce costes... lo saben de sobra los que se dedican, por ejemplo, a la agricultura. Es ilógico pagar 1000 euros, como hemos visto en alguna subasta en Canarias, por un pichón que en origen no vale más de 150. Con la diferencia de precio nos podríamos haber costeado un viaje a Holanda para elegirlo en persona. La otra clave es PACIENCIA. No dejarse llevar por esa sensación de ahora o nunca que nos quieren transmitir los vendedores de palomas. No creerse las historias que hablan de "gangas", de ventas de saldo, de subastas totales, de oportunidades irrepetibles,... Siempre habrán más subastas, siempre habrán más oportunidades, siempre habrán buenas palomas para comprar.... Si algo no le convence, si le parece caro... no compre. Aprenda a esperar.

Con toda esta charla en ningún caso quiero criminalizar a los vendedores de palomas (es bastante obvio esto que digo, pues yo mismo era vendedor hasta hace bien poco). Lo único que me gustaría es que los compradores aprendamos a comprar. Seamos inteligentes y sepamos llevarnos para casa las mejores palomas a los mismos precios... o mejores.. que lo hacen los holandeses o los belgas.