Dicen que los rabos de pasa son buenos para la memoria, pero como en estas fechas nuestros directivos andan liados con otros temas "más importantes" podría ser que se hayan olvidado de tomar su ración y, por tanto, corremos el riesgo de que las sueltas de otoño vuelvan a ser tan catastróficas como las del año pasado (metiendo la pata). Para los que no tengan las pasas a mano, les copio a continuación la definición, según el campeón holandés Steven van Breemen, de lo que SÍ es un día para soltar palomas y de lo que NO es un día para soltar palomas.
SÍ es un día para soltar palomas cuando...
1. Hay viento de cola.
2. La temperatura está entre 10 y 25 grados.
3. La humedad del aire es baja.
4. La visibilidad es de 20 Kms o más.
5. Existen nubes altas que se mueven y muestran grandes claros de cielo azul.
NO es un día para soltar palomas cuando...
1. La visibilidad es menor de 5 Kms.
2. Está lloviendo.
3 Existen condiciones extremas como cielo cubierto de nubes bajas, niebla o tormentas.
4. Sopla viento de cara superior a 36 Kms/h.
5. Las temperaturas son muy altas (más de 35º para adultos y 30º para pichones).
6 Soplan fuertes vientos o lluvias en la línea de vuelo.
7. El tiempo está totalmente calmado (normalmente esto indica que algo no va bien).
8. Las palomas están demasiado quietas dentro de las cestas (normalmente esto indica que algo no va bien).
9. Hay "Inversión térmica".
10. El magnetismo normal de la Tierra está fuertemente alterado y, al mismo tiempo, se presentan otros factores climatológicos adversos.
11. Las palomas no han podido descansar el suficiente tiempo en el punto de suelta.
12. La hora de suelta es demasiado tarde y cercana al mediodía.
13. Las palomas no tienen una oportunidad razonable de llegar a su palomar en el mismo día de la suelta (salvo en las sueltas de gran fondo).
Por último, van Breemen añade lo siguiente: "Siempre que se den las condiciones apropiadas para la suelta debemos tener en cuenta el no soltar demasiado pronto. En los meses de abril y septiembre se debe soltar dos horas después de la salida del sol. En mayo y agosto 1,5 horas después de amanecer. En los meses de junio y julio basta con una hora tras la salida del sol.
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