Jugando con los mayores...

Jugando con los mayores... así es como me sentí el pasado domingo cuando pude compartir con un grupo de buenos amigos la visita a uno de los mejores palomares del Sur de la Isla de Tenerife. Esto que comento no lo digo sólo por lo provechosas que siempre son este tipo de visitas, sino porque la misma coincidió con la de un veterinario belga especialista en palomas, que venía a realizar un completo examen del estado sanitario de todo el palomar. Ver trabajar a un profesional de este nivel fue un impacto al que uno, pobre colombófilo de medio pelo y métodos de andar por casa, no está acostumbrado. Tanto por el volumen de trabajo, salimos de allí a las tres de la tarde después de toda una mañana de andar examinando palomas, como por lo exhaustivo de los métodos empleados (toma de muestras del buche y cloaca, examen de muestras y excrementos al microscopio, recogida de muestras adicionales para análisis posterior en su laboratorio, análisis de sangre, detección de triconomas, coccidios y vermes, etc.). En conclusión, lo que siempre suelo decir:
"Hay otros mundos... pero están en éste"
... y cuando "chocan" en la misma azotea, como pasó este último domingo... jooer... el impacto es TREMENDO. Por suerte, cada vez son más los palomares que en nuestras Islas se suman a los métodos de trabajo de la Europa Civilizada y seguro que los resultados de esta nueva forma de trabajar se empezarán a ver en el corto plazo.
No quiero acabar este texto sin añadir la gota que colma el vaso y que, para mi gusto, cuadra el círculo... todo esto que les he narrado no es tema de unos pocos, un gusto para ricos, por así decirlo, que sólo se lo pueden permitir los más acomodados. Más bien todo lo contrario... les pongo un ejemplo: yo hoy me he gastado en comprar la comida para mis palomas casi el doble de lo que este señor cobró por toda una mañana de trabajo, más lo que aun le quedaba en su laboratorio... y eso que tengo un palomar pequeño. Creo que nuestros veterinarios todavía tienen mucho que aprender... y no sólo de palomas.
P.D.: He omitido voluntariamente tanto el nombre del palomar como el del veterinario, porque no quiero que se pueda entender que con estas líneas busco hacer publicidad a nadie.

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