No hay dos sin tres...

Pues va a ser verdad ese dicho, ya que hoy me entró la segunda paloma que había mandado a Tan-Tan (2 de 2). En este caso la procedencia de la paloma no tiene nada que ver con las anteriores, pero si que tiene trás de sí una historia bastante curiosa. Por así decirlo, esta segunda paloma que comprobé hoy es "un descarte de un descarte". Aclaro lo que quiero decir. Su madre fue descartada para la venta por Martha van Geel, pues había sufrido una ataque de ácaros que hacía imposible su venta al público, ya que la pluma había quedado seriamente dañada. Consciente de que era una gran paloma, Martha me dijo que me la llevara (regalada) y que me la quedara para mi reproducción. Así lo hice y el año pasado la emparejé con un excelente macho de línea van Geel, procedente del palomar de Machiel Buijk. Unicamente saqué dos pichonas de esta pareja. Hembras las dos y excelentes a la mano. Sólo un pero, a una de ellas, cuando le abrías el ala, se le oía un sonido muy peculiar, como si le crujieran los huesos. Como pensé que eso no era buena señal para una viajera, opté por dejarla en la reproducción y volar a su hermana. Caprichoso que es uno, días antes de empezar la campaña cambié de idea y decidí que la que inicialmente había sido descartada como viajera fuera en la lista de viaje y su hermana quedara en la reproducción. Hoy, seis meses después de aquella decisión, la inicialmente descartada para viajar, hija a su vez de la descartada para la venta, le echó un par... y volvió de Tan-Tan para completar la serie de 2. Está claro que en este deporte la suerte también juega y en este caso ha jugado a mi favor.
P.D.: Esperemos que la que quedó en la reproducción cumpla su papel tan bien como lo hecho su hermana.

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