Los números y las palomas

Con la celebración este fin de semana del Internacional de Barcelona (unas 15.800 en las cestas), que este año además coincide con otros dos nacionales belgas que en los últimos años se han vuelto multitudinarios, como son el Chateaurox II y el Limoges II (casi 22.000 palomas en el primero y unas 15.000 en el segundo... lo que es una auténtica locura teniendo en cuenta que "sólo" son sueltas belgas, mientras que el Barcelona es un internacional), la gente habla y no para lo de lo "bestia" que es la colombofilia europea en relación a países como el nuestro y la cantidad de palomas que se mueven en dichos eventos. Yo, que soy un fan confeso de cómo se vuela en Bélgica, no les voy a quitar la razón en relación a lo espectacular que es competir contra bandos de ese tamaño, pero sí que me gustaría añadir un dato que creo que es muy relevante a la hora de analizar "la fuerza" de una prueba y que muchos aficionados suelen pasar por alto... lo ilustro con un ejemplo... La semana pasada se voló en Bélgica una de las clásicas más tradicionales de su calendario, pero quizás sin el renombre exterior que pueden tener otras grandes citas que se vuelan en ese mismo país. Me refiero al Nacional de Montelimar. Las palomas encestadas para dicha suelta rondaron las 7.000. Ese mismo fin de semana se volaba también el Agen Internacional (lo que antes era Burdeos) y Gueret. Agen juntó casi 25.000 palomas y Gueret unas 14.000. El número de palomas encestadas para estas dos últimas fue mucho más elevado que las enviadas a Montelimar, porque son competiciones que tienen muy poco que ver entre sí. Montelimar es la ruta del Rhone, sólo acta para palomas extra-duras. Gueret es una suelta "ligera", ideal para palomas de fondo pero con gran punta de velocidad. Agen por el contrario es un gran fondo, para el que no muchos tienen palomas que puedan competir en cabeza. A primera vista estas cifras pueden parecer muy dispares, pero si comparamos el número de colombófilos participantes en cada una de las pruebas (sólo con datos de Bélgica y para palomas adultas) nos salen estas cifras:
  • Agen: 1.043 colombófilos
  • Gueret: 1.224 colombófilos.
  • Montelimar: 989 colombófilos.

Y ahora dividimos el número de palomas encestadas entre número de colombófilos no saldrían estos rátios de palomas por participante:
  • Agen: 1.043 colombófilos. 4,33
  • Gueret: 1.224 colombófilos. 4,35
  • Montelimar: 989 colombófilos. 4,70

En las tres sueltas nos sale una media aproximada de cuatro palomas por colombófilo. Si hiciéramos esta misma operación en nuestros clubes españoles nadie se extrañaría de ver medias que podrían estar rondado, en sueltas similares, la veintena de palomas por colombófilo o incluso más (al que se presenta con cuatro palomas lo miran como si fuera un marciano, al menos en mi club). Ahí es donde yo veo que realmente estamos a años luz de la colombofilia civilizada y no por el hecho de que ellos encesten 15.000 o 20.000 palomas y nosotros sólo 2.000. Seguimos queriendo llegar al éxito a base de tirar cien tiros y esperar que uno dé en la diana, mientras que esta gente prefiere criar menos cantidad y más calidad, seleccionar estrictamente y volar sólo aquello que puede aportarles un cierto nivel de garantías en la competición. Como dice el viejo proverbio colombófilo belga... "Campeones grandes, cestas pequeñas".

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