El enfoque

Leo con frecuencia que son los campeonatos generales, ya sean sociales o insulares, los que están acabando con nuestra colombofilia, pero yo me niego a creerlo. Se les "demoniza" porque son campeonatos cuyo resultado se obtiene como suma del resto de clasificaciones y eso, en teoría, "obliga" al colombófilo a jugarse sus palomas en todas las ocasiones y sin ningún tipo de miramiento.

En mi opinión, el problema no son los campeonatos que se organicen, sino el enfoque que cada uno de nosotros, desde su palomar, tiene de ellos. En una gran mayoría, somos competidores que siempre queremos ir a por todo lo que se dispute, sin pararnos a pensar en si tenemos palomas, instalaciones, tiempo y conocimientos para ello. Empezamos cada nueva campaña con la idea, a veces inconsciente, de que hay que vaciar el palomar... de que tenemos que probar "a fondo" a nuestras palomas, las cuáles deben ganarse el sitio en el palomar año tras año. A esto se le suma "la esclavitud" que marcan los planes de viaje en cuanto a "palomas a concurso". No somos capaces de liberarnos de esa imposición y sistemáticamente buscamos, a veces donde no hay, el número de palomas necesario para cubrir el concurso, sin mirar si los animales están en su mejor condición o si están agotados tras la última suelta. Debemos ser capaces de darnos cuenta de que no pasa nada por no encestar un día o por encestar sólo aquellas palomas que van al 100%. Si no tenemos para cubrir las 14 palomas de un concurso de Puerto de la Cruz, por decir algo, pues se mandan 6, 8, 10... las que sean. Si no tenemos nada más que una paloma preparada para un gran fondo... ¿por qué mandamos tres para cubrir la modalidad del concurso social?. Eso es lo que realmente se carga la colombofilia. El no saber qué somos... ni que queremos ser. Es ahí donde está la clave, en saber ver en cada momento a qué objetivos podemos aspirar... sin cargarnos el palomar cada año.

Luego está el "reconocimiento ajeno" de cada galardón. Contra eso ya es más difícil luchar, pero creo que la solución sigue estando dentro de nosotros mismos. Si subimos al palomar pensando en que... "voy a mandar porque me juego el social... y mañana nadie se acordará de quién fue campeón de fondo o de velocidad, pero sí de quién ganó el social ese año...", estamos "jugando al pierde" seguro. Estamos dando pasos hacia la dirección equivocada. Ese tipo de "vanidades" sólo se las pueden permitir unos pocos. Si nosotros no somos de los elegidos, mejor buscar una especialidad y disfrutar de ella sin pensar en esa M... de prestigio que nos podemos estar jugando en el ámbito de las palomas.

Como se ha dicho mil veces, efectivamente, la solución pasa por la especialización y a ella sólo se llega haciendo atractivos todos los campeonatos. Nadie se especializará, por ejemplo, en velocidad si sólo se ponen dos sueltas en dicho campeonato, como pasaba en el Insular de Velocidad de Gran Canaria en 2011, y lo mismo aplica en el resto de distancias. Esta modificación de planes de viaje, de acuerdo a lo mencionado anteriormente, afecta tanto al ámbito insular como al social.

Me gustaría que vieran el siguiente ejemplo: Campeonato regional holandés, para ilustrar un poco lo comentado en el párrafo anterior. El documento del enlace muestra los resultados del Rayón 7 de la Zona 1 (Zeeland) de Holanda. Los holandeses, al contrario que los belgas, van reduciendo cada vez más el ámbito de competición, a base de crear numerosos rayones (subzonas) dentro de una zona, con la idea de motivar a la competencia entre palomares cercanos. De esta forma se consigue aumentar el número de "gente feliz" tras una suelta... je,je,je,je. A pesar de estas múltiples divisiones, con resultados propios, luego se generan siempre cálculos agregados por rayones, zonales y nacionales... pero a lo que vamos. El objetivo del documento es que vean como ellos también tienen planteado un campeonato social o general, como suma de su campeonato de fondo, su campeonato de velocidad, su campeonato de pichones, su campeonato de medio fondo, etc., pero con bastantes diferencias en relación a los nuestros. Para empezar, cada campeonato a nivel de zona (en este caso, la zona de Zeeland tiene unos 1.800 km2 mientras que Gran Canaria tiene unos 1.600) tiene entre 4 y 7 sueltas. Como ellos son "civilizados", los campeonatos de distancias más cortas tienen más sueltas que los de distancias más largas... justo lo contrario que los nuestros. Las distribuyen así:
  • Velocidad: 7 sueltas.
  • Medio fondo: 5 sueltas.
  • Fondo: 5 sueltas.
  • Gran fondo: 4 sueltas.
  • Velocidad pichones: 5 sueltas.
  • Velocidad pichones del año: 5 sueltas.
Luego está lo que comentaba antes, sobre la especialización. Si miramos las clasificaciones correspondientes a los primeros cuatro campeonatos mencionados, veremos que se relacionan en el documento los 15 primeros de cada uno de ellos, es decir, 60 puestos en total. En nuestras Islas esos 60 puestos estarían cubiertos, a lo sumo, por unos 20 colombófilos, pero aquí aparecen 40 palomares diferentes para cubrir 60 puestos. En consecuencia, muy pocos son los que figuran en más de una clasificación al mismo tiempo. Concretamente, sólo cinco palomares aparecen en tres de esos campeonatos y ninguno es capaz de figurar en los cuatro. Sólo un palomar es capaz de figurar al mismo tiempo en el campeonato de velocidad y en el de gran fondo. De los 15 primeros de gran fondo, sólo dos se meten en los puestos de cabeza de alguna de las otras clasificaciones. Sólo entre el campeonato de velocidad y el de medio fondo se encuentra un elevado nivel de coincidencia en los primeros clasificados, habiendo once palomares que se repiten en ambas listas. Eso es lo que significa la especialización... participar en muchas sueltas, pero competir sólo en aquellas donde, en base a todas nuestras circunstancias, podemos aspirar a obtener un buen resultado.

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